viernes, 30 de noviembre de 2012

Nos pasamos la vida esperando un tren que nunca llega

-Desde pequeños nos convencemos a nosotros mismos de que la vida, después será mejor. Crees que después de acabar tus estudios y encontrando un trabajo, la vida te ira mejor, después te casas convencida de que por fin encontrarás la felicidad, pero luego decides esperar hasta tener tu propia casa, luego hasta tener hijos, luego, hasta que tus hijos sean mayores y luego hasta que te jubilas, convencida de que cada uno de esos deseos son lo único que te falta para llegar a la felicidad. Y de esta forma la vida pasa delante de nuestros ojos esperando el tren de la felicidad que nunca llega.
No te arrepientas de nada de lo que has vivido aunque no te hayan llevado a la plenitud, arrepiéntete de no haber sabido vivir cada uno de esos momentos y de haberte entristecido por tonterías. Habrán muchos momentos de felicidad pero te perderás otros muchos por no saber reconocerlos. Yo todo lo que he aprendido durante todos estos años es que la felicidad no llega cuando conseguimos lo que deseamos, sino cuando sabemos disfrutar de lo que tenemos. No soñando con el mañana, si no viviendo el hoy. Atesora cada momento de tu vida y recuerda que el tiempo no espera por nadie. Ya que no hay mejor momento para la felicidad que justamente este. Si no es ahora, cuando

No hay comentarios:

Publicar un comentario